La palabra

Acércate, escucha lo que escribo.

La palabra es femenina.

Sirve para decir, para convencer y seducir.
Para amar y odiar.

Su forma armónica y rimada es poesía, verso o canción.

Se usa también para pronosticar y predecir. Para insultar y denostar.

Un poeta piensa, habla, escribe y actúa en forma distinta que cualquier político de cualquier partido.

La palabra que es ‘unidad lingüística’, según entonación y fortaleza, puede significar la totalidad o la nada. El infinito limitado. La inmensidad del mar o sólo el charco de juegos infantiles.

Es perogrullada: ‘La fama es la fama’

O, por ejemplo, obviedad: ‘Estas palabras de Martínez son resistentes, no se caen ni con sismos ni con lluvia’.

Hoy el mundo está al servicio de causas antagónicas: el arte y el desastre. La guerra y la paz. En Ucrania y Rusia, en la Franja de Gaza. Y en los juegos paralímpicos de París que suman deporte, ambición y coraje.

La palabra sirve para comunicar e incomunicar. Explicar y manipular. Acercar y separar.

A veces las palabras no son suficientes y se requieren las acciones que dicen. Así el ejemplo valdrá mil palabras. Como del padre al hijo. Como de la madre a toda la familia. Y de la abuela a varias generaciones.

Hoy en México enfrentamos un cambio complicado de palabras vanas a pesar de la enorme distancia electoral entre victoriosos y derrotados.

Es y será conflictivo hasta fines de septiembre, especialmente delicado por los rumores, la mala leche de los manipuladores de radio, televisión y periódicos que siguen apostando a la debacle del régimen actual y a las palabras que prevén anticipada e indefectiblemente el caos.

Ya tienen armado lo que llaman plan B. Habrá pronto expropiación de negocios privados, todos viviremos en departamentos del Infonavit y las casonas de Las Lomas y de los clubes de golf serán rematadas a extranjeros para cubrir deudas de Pemex. Se establecerá un impuesto más que proporcional a la riqueza y los más ricos se irán a vivir a España.

Todo será fétido y el olor a Chalco inundará la CdMéxico.

No habrá vacunas ni medicinas elementales. La educación pública seguirá siendo un desastre.

El narco dominará todo el territorio nacional no sólo Sinaloa, Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas, Guerrero. Y el peso desde luego, se devaluará como a finales de todas las administraciones pasadas desde hace 50 años.

Al tiempo, los marines estadounidenses volverán a invadirnos para proteger sus inversiones y propiedades. Volverán a izar las barras y las estrellas en el Zócalo capitalino; ahora como ayer, con el aplauso de los neoporfiristas y periodistas de Televisa, Azteca, Radio Fórmula y demás.

Por fin Baja California será protectorado y la gobernadora avalará un plan de educación para que todos los niños de 4 años hasta la preparatoria estudien del otro lado, tendrán hamburguesas, hot dogs y cokes de lunch, con subsidio estatal.

Los ricos mexicanos invertirán sólo en oro, diamantes y en dólares. Nada de empresas productivas generadoras de empleos y exportadoras. Las remesas pagarán altos impuestos en ambas naciones.

Y las palabras de cambio y transformación serán borradas del diccionario. Prohibido será decirlas en público.

O en cambio, prohibido prohibir. ‘A contrario sensu’ por el bien de todos, aprendemos a tolerarnos y respetarnos. A los que ganaron por mayoría calificada sin las mentiras de quien al frente del IFE, maniobró para darle la victoria a Calderón, luego le reclamó y echó en cara su ingratitud y ahora desde el cómodo sillón del sabiondo interlocutor dice mentiras atizando el fuego... y cobra a sus clientes igualas y favores.

Como sus pares, afamados periodistas y locutores indignados porque los independientes, cerca de 300, que han participado en las mañaneras, le aplaudieron al presidente.

Como los jueces, magistrados y ministros que espero pronto verlos avergonzados por sus corruptelas y violaciones a la Constitución General de la República y que podrían fácilmente estar en la cárcel.

En cambio, lo que se ve, se dice, se siente, Claudia asumirá la presidencia, habrá continuidad con cambio. Su capacidad y mano izquierda harán de la palabra su aliada para enmendar entuertos, mejorar, para progresar todos en un ambiente de paz y de trabajo productivo. La jornada sexenal será creativa, tolerante y por fin, el país dejará atrás el subdesarrollo para reclamar su sitio entre el concierto internacional próspero y equilibrado.

El poder judicial será renovado y se acabará la corrupción en su seno.

La violencia y la inseguridad serán combatidas en serio y los criminales tendrán su merecido. Culiacán ya no será refugio de malosos. En Michoacán se cultivará la tierra y se exportarán limones y aguacates. En Zacatecas se acabarán cobros de piso y matanzas. En Chiapas regresarán los mexicanos refugiados en Guatemala y se acabará el odio religioso y entre bandas.

En Aguascalientes se cambiarán el Ejecutivo y el Congreso estatales para no negar la posibilidad de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo por una antediluviana y enfermiza legislación panista antiabortista.

Por fin se acabará el tren interurbano Toluca -Observatorio y funcionará sin atropellos y afectación a terceros por bloqueos de carreteras.

Zerón regresará a México a declarar lo que sabe y enfrentar su responsabilidad. Por fin sabremos dónde quedaron los cuerpos de los jóvenes sacrificados de Ayotzinapa y los responsables serán juzgados, más allá de la inventada ‘verdad histórica’, que será sepultada ‘per secula seculorum’.

Un último, importante. Ganará Kamala y se entenderán con buenas palabras ambas mujeres presidentas.

Y si no es así, recuerdo esta ilusión igualitaria: dicen en la London que los economistas pasamos la mitad del tiempo explicando lo va a pasar y la otra mitad explicando porque’ no pasó lo que dijimos.

Si acaso falla algo en el modelo, lo volveremos a calcular.

Si gana el criminal confeso de Trump será más difícil, pero lograremos avanzar con patriotismo y unidad, aunque le pongamos pausa por 4 años.

A la vez, es urgente combatir la desigualdad como instrumento de gestión más allá de justificaciones políticas. Es tiempo de avanzar en la construcción de una sociedad menos diferenciada y polarizada.

Y para finalizar, cito como invitado a Mario Benedetti:

“La palabra pregunta y se contesta
tiene alas o se mete en los túneles
se desprende de la boca que habla
y se desliza en la oreja hasta el tímpano


la palabra es tan libre que da pánico
divulga los secretos sin aviso
e inventa la oración de los ateos
es el poder y no es el poder del alma
y el hueso de los himnos que hacen patria …”


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