Revoluciones y revelaciones
Una revolución es un cambio estructural generalmente violento como la Revolución francesa de 1789 que acabó con la monarquía y sus privilegios e instaló nuevos gobiernos con objetivos y metas para promover el bienestar y mejora del pueblo, de la gleba o burguesía, en medio de decapitaciones al por mayor, incluso de los líderes del movimiento.
En nuestro país, el 20 de noviembre es feriado, se celebra un año más de la Revolución Mexicana de 1910-1921. Se trata de la primera revolución social del siglo XX, antes que la muy famosa revolución bolchevique de octubre de 1917, cuando la consigna de “Pan, paz y tierra” dio todo el poder a los sóviets o consejos revolucionarios, se fusiló al zar y se acabó con la concentración absoluta del poder del monarca y de su familia.
En México la revolución significó la caída de régimen del general oaxaqueño, Porfirio Díaz que por 31 años concentró un gobierno autoritario, más 4 años intermedios de su compadre el general Manuel Gonzales, nacido en Matamoros, Tamaulipas de donde es también mi abuelo quien fue su sobrino político y a quien llevó a Chapingo a estudiar.
Ambos generales fueron declarados héroes de la batalla de Puebla combatiendo la invasión de los franceses en las tropas juaristas al mando del general Ignacio Zaragoza, nacido en Texas, entonces suelo nacional y razón por la cual nuestros vecinos celebran con orgullo el 5 de mayo e incluso muchos creen que es el día de nuestra Independencia.
Cuenta don Arturo que, en aquella época, su vida escolar era un remanso plácido después de años de trabajo para mantener a su madre y hermanos, entonces los estudiantes se saltaban las bardas de la escuela para visitar a las Cucas, señoritas afamadas por su belleza y consideración.
Una tarde de fin semana el general preguntó por su sobrino, ‘no vino’, le dijeron. ‘Está castigado en el internado’.
Ordenó al caballerango de librea preparar el carro para salir de la hacienda e ir al colegio. En un santiamén llegaron ahí y fue recibido con pompa y circunstancia por ediles y profesores de guardia.
-¿Y Paco? (N. Francisco Arturo) ¿Por qué? ¿Acaso por bajas calificaciones, por algún pleito?
-No, contestó el director, -es que da pena.
-Llámenlo por favor.
En efecto, daba pena por la pana desgarrada de tanto uso y lavadas que apenas ocultaba la conciencia.
-Me lo llevo, apuntó el general. Ya regresará en su momento.
Con grandes caravanas y elocuencia por sus buenas notas fueron escoltados hasta el carromato. De ahí a la tienda principal del pueblo, que encontraron cerrada por ser día inhábil.
Cuenta don Arturo que el general expresidente de la República y él mismo, recorrieron el almacén abierto sólo para ellos ex profeso y le compraron pantalones varios, camisolas, zapatos, calcetines, ropa interior y hasta un saco de gala.
Regresaron a la hacienda de Chapingo a tiempo para arreglarse para la cena, en esa ocasión una prima violinista de Cuba que visitaba al general era la invitada para el divertimento familiar.
Lo salvo la cortesía, dijo, después de que el general anunció: -Paco también toca, es artista.
Mi abuelo oyó a la prima tocar primero como ‘Dios manda’ el violín y esa noche bailó un zapateado sobre el suyo. Jamás lo volvió a intentar. Cada quien lo suyo.
Como la vida da revanchas, en el breve tiempo del presidente Madero, fue electo presidente municipal de Tula y en la celebración de la Independencia invitó a su prima a tocar antes de la ceremonia del Grito.
En febrero del 13 asesinaron a Madero y a Pino Suárez y la Revolución acrecentó su violencia con Bernardo Reyes, Pascual Orozco y Victoriano Huerta, quienes junto con Félix Diaz, hijo del Generalísimo Morelos, fueron artífices en la terrible Decena Trágica apoyada por el embajador estadounidense Henry Lane Wilson, de la administración del presidente William Taft, previsible antecedente del estilo Trump actual. Antes torturaron y asesinaron a Gustavo A Madero, hermano del presidente mártir quien consultaba regularmente las cartas y la ouija en busca de señales y mensajes del más allá.
La Revolución se hizo ‘bola’, se levantaron Villa y Zapata a quien Madero nunca tomó en serio. El chacal de Huerta fue vencido por Pancho Villa, Pablo Gonzales y Álvaro Obregón y las tropas villistas se enfrentaron a los constitucionalistas.
Uno de los propósitos de la Convención de Aguascalientes convocada por el propio don Venustiano Carranza fue unificar a las facciones antagónicas, ahí se nombró a villistas y carrancistas entre quienes destacaron Felipe Ángeles, Álvaro Obregón y Raúl Madero. Se eligió a Eulalio Gutiérrez como presidente de la República.
El Plan de Agua Prieta promovido por el general Adolfo de la Huerta desconoció al gobierno de Carranza quien se trasladó hacia Veracruz y en Tlaxcalantongo fue asesinado por un grupo armado comandado por Rodolfo Herrero y en 1920 el general Álvaro Obregón asumió el cargo de presidente de la República.
Antes el coronel Guajardo, simulando querer integrarse a los zapatistas asesinó al general Emiliano Zapata en Chinameca y en 1923 ya retirado a su hacienda, Pancho Villa fue también asesinado en Parral.
Así, el triunfo del grupo Sonora se fue consolidando mientras avanzaba la pacificación del país una vez muertos los principales líderes opositores y actores de la Revolución Mexicana.
Tocó el turno de mi otro abuelo, el materno, don Francisco, don Pancho, ir a la capital del país desde su natal Cumpas. Recién casado viajó en tren para unirse al gobierno de Plutarco Elías Calles, trabajar en la Cámara de Diputados con su experiencia de contador privado y recaudador de rentas. Ahí se conocerían mis dos abuelos y serían durante muchos años factores de equilibro y negociación en la convulsionada Cámara donde los diputados llegaban todavía armados.
Uno de ellos empezó en la biblioteca del Congreso, leyendo y clasificando libros, el otro llevando la contabilidad de los diputados norteños y más tarde pagando los haberes de empleados y jefes. La Revolución se hizo institución y llegaron los regímenes priistas antes PNR y PRM con el general Lázaro Cárdenas.
Principales logros de la Revolución:
• Se termina el régimen dictatorial de Porfirio Díaz
• Se promulga una nueva constitución liberal de 1917
• Se nacionaliza el suelo y el subsuelo
• Se inicia la Reforma Agraria
• Se avanza en la ley de educación pública
• Se nacionaliza el petróleo
• Se establece la CFE
• Se mejora la situación laboral de los trabajadores
• El país crece y se avanza en el desarrollo económico, político y social.
Mis abuelos se reúnen en la capital del país y sus familias se conocen, gracias a ello don Arturo, mi padre, que estudió en la UNAM y antes en su querido ‘Beno Juarez’ y doña Mabel, mi madre, del Instituto Familiar y Social (aunque dice haber querido estudiar medicina, a lo que su padre se opuso) se enamoran y forman una familia con educación laica. Soy el mayor de mis hermanos y junto a mi mujer e hijos, doña Mabelita ya de 96 años, mi hermano Alejandro, su esposa, sobrinos, primos, primas, tío y tía y demás parientes y amigos seguimos luchando -unos más, otros menos-, por los valores y significado de la dignidad y el compromiso social en la diaria batalla por el bienestar de los nietos.
La Revolución tocó nuestro destino.
#LFMOpinion
#ProhibidoProhibir
#Revolución