Talam, Talam...
La señora con A hace del 5 de febrero, día de la Constitución, su propia fiesta para que sus invitados le aplaudan, la alaben y le rindan pleitesía.
Hacer una conmemoración de la Constitución con el protocolo establecido que corresponde a la República , era tener que compartir la foto central del evento con otra mujer, cuando ella, se ostenta como la representante del género femenino.
Para la presidenta con A, sería una afrenta a su orgullo, compartir imágenes visuales con otra mujer qué le reste credibilidad a su slogan: "Conmigo, llegamos todas".
Sobre todo si esa mujer se ha convertido en un dolor de muelas a su gobierno, como ha sido, la ministra Norma Piña, quien es un icono en el Poder Judicial, por su verticalidad y firmeza frente al Poder.
De ahí su decisión de convertir un acto republicano en una fiesta personal, dónde la única visible sea la huésped de Palacio, para utilizar el espacio en pro de sus arengas nacionalistas.
Pero, además, para presumir de lo que carece -la imagen de estadista-, ante los mexicanos y la comunidad internacional, en particular, Estados Unidos.
Lo que indica que ella y sus propagandistas, están más preocupados y ocupados en dibujar y proyectar una "Adelita" que responda al momento frente a Donald Trump.
Para que la presidenta con A tenga el sustento público de una mujer "valiente", para responder al vecino del norte de que el gobierno de México no es un narco-gobierno.
Postura, qué acompañan sus correligionarios morenistas.
En esa perspectiva la señora con A apuesta al discurso patriotero para hacer un muro que proteja a los suyos ante cualquier sospecha de vínculos con el crimen organizado.
Mostrando con ello, un interés por lavarse la cara con tal prisa que no se da cuenta que el agua utilizada está turbia, no la limpia, la ensucia más, es decir, la pone en evidencia frente a Trump.
Por más lavadas de cara y de expresiones altaneras contra el gobierno gringo, la percepción de los vecinos del norte no cambia sobre el gobierno de México, de ser un: "Narco-gobierno".
Desafortunadamente para la presidenta con A los hechos en torno al tema le ponen más leña al horno: Su desinterés por acompañar las medidas gringas para combatir al crimen organizado.
Considerar la detención del Mayo Zambada de manera sigilosa por el gobierno de Biden es motivo de la violencia en Sinaloa, cuando existía "pax" en la entidad.
Replicar, la postura gringa con un mensaje frontal: "Qué empiecen por su país en acciones anti cárteles", y en voz del Senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva del Senado de la República, de acuerpar al gobernador de Sinaloa ante cualquier sospecha con el crimen organizado, pintan de cuerpo completo de qué lado masca la iguana.
Actos que no abonan a la imagen del gobierno de la presidenta con A.
Más bien, su voluntad política está más orientada a combatir la migración para enamorar a Donald Trump.
El punto es que el novio es muy exigente para ceder su mano.
Febrero, aunque es el mes del amor, puede ser el mes del desencanto.
Ya se verá.
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