LO DE HOY

Atásquense...

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Atásquensen, ahora, que hay lodo, porque mañana quién sabe.

La llegada de Guadalupe Taddei a la presidencia del INE, bajo el mecanismo de la tómbola, dio lugar al "sospechosismo": por qué ella y no otro personaje para dirigir la institución electoral.

La respuesta está en su actuación pública, como presidenta del INE.

Una autoridad que no tuvo empacho en mostrar sin ambages su cercanía con el oficialismo, en principio, con Alfonso Durazo, Gobernador de Sonora, su promotor, después con el inquilino de Palacio, su cómplice, Andrés Manuel López Obrador y, finalmente, con Claudia Sheimbaum, su jefa, la presidenta con A.

Con esos fierros en sus manos tránsito para atender las demandas centrales de la 4t: aprobar la sobrerrepresentación de Morena en el Congreso de la Unión y organizar la elección del poder judicial.

Acciones que le abrieron las puertas de la "confianza" con sus superiores.

Sin importar las consecuencias en torno a su figura y mucho menos a la institución que representa.

En esa perspectiva, Guadalupe Taide se manejó bajo la máxima de la 4t: "no me salgan con el cuento de que la ley es la ley".

Para justificar lo injustificable: el fraude electoral de la elección de ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial.

A tal grado su soberbia, que el día de la sesión del Consejo General para declarar "válida la elección" del primero de junio, utilizó el color vino en su vestuario para mandar el mensaje de que el dictamen y su postura era proclive al oficialismo, por encima de los consejeros electorales opositores.

Una vez más, la presidenta del INE, mostraba sin ningún pudor su cinismo y su desfachatez, para cumplir su encomienda: imponer la ley del oficialismo.

Pero, esa cara dura no sólo provoca reconocimientos en sus superiores, sino también exhibe su estatura moral frente a sus pares y la muestra como un títere del poder en las redes sociales.

Ese escenario teatral de Guadalupe Taddei desde su arribo al INE solo expresó algo natural en ella:

"Atásquensen, ahora, que hay lodo", porque mañana quién sabe.

Bajo esa máxima, Guadalupe Taddei, solamente le han interesado sus intereses personales y familiares, sin importar que sus acciones como autoridad electoral marquen el final de un INE inspirado en el respeto a la Ley y, así, pasar a un INE utilitario que responda a la mezquindad del oficialismo.


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Gerardo Conde

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