POLÍTICA

¿Golpe de Estado silencioso desde el senado?

¿Golpe de Estado silencioso desde el senado?

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Bien podríamos estar atestiguando una toma silenciosa del poder por parte de los diversos grupos parlamentarios en el Senado y sus personajes señeros

Aclarando que no tengo nada en contra de los recientes nombramientos hechos por el Senado, destaco tan sólo dos circunstancias para su valoración: Recayendo en el Senado la designación de cargos importantes en la administración pública, ¿es correcto que las designaciones sean sobre integrantes o exintegrantes de sus legislaturas, por un lado, o bien sobre personajes ligados abiertamente con algún Senador o grupo parlamentario del Senado, por el otro?

¿No debiera haber un impedimento legal (quizás constitucional) para que, quienes hayan sido electos por el pueblo por seis años como Senadores, no puedan ser nombrados para ningún otro cargo cuya designación corresponda al propio Senado?

¿No fuese exigible una manifestación de conflicto de intereses en atención a las relaciones personales o institucionales que los designados puedan tener para con quienes los designan?

Bien podríamos estar atestiguando una toma silenciosa del poder por parte de una cofradía de senadores, autodesignando a sus pares o a sus testaferros en cuanto espacio público caiga bajo su designación.

Bien nos valdría hacer una revisión de los nombramientos de este Senado para, en su caso, descartar o confirmar la posibilidad.

PS.- Hay quien afirma que los nombramientos de magistrados en el Tribunal Agrario, por mencionar alguno tan sólo, están detenidos desde principio de sexenio porque un Senador panista no cede a su interés de nombrar a gente de su confianza y control.

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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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