INTERNACIONAL

Declive del orden Unipolar.

Declive del orden Unipolar.

Foto Copyright: onu.org.mx

La necesidad de una nueva estrategia geopolítica mexicana.

Sir Halford Mackinder, el padre de la ciencia geopolítica, pensaba que África, Asia y Europa no operaban política y económicamente como tres distintos continentes sino como una gran isla a la que llamaba "the world island." En su teoría el control de esta gran masa terrestre tenía mucho que ver con el surgimiento y el declive de los imperios. Así los imperios europeos modernos habían nacido por su dominio de los mares, lo que había permitido a sus naves circunnavegar la gran isla y controlarla económicamente. Pero en 1904 Mackinder veía que el tren transiberiano que construía el Zar podía cambiar el balance de poder en la isla, por primera vez desde el Renacimiento, en favor de un nuevo imperio oriental, al hacer posible una unión económica de todo el territorio que recorrería, de Moscú hasta el pacífico. Este imperio terminó siendo, una vez degollado el zar y su familia, la naciente Unión Soviética pero tras la segunda guerra mundial los Estados Unidos le arrebataría el poder estableciendo bases militares en ambos extremos, tanto en Europa como en Japón, así posicionándose como el gran imperio mundial.

Hoy los chinos, con su impresionante inversión en infra estructura y sus alianzas comerciales, particularmente con Rusia, representan la nueva gran amenaza al dominio occidental sobre la isla. El historiador Alfred Mckoy observa, a partir de una serie de reportes del propio gobierno norteamericano, que la construcción de las grandes líneas de trenes rápidos y los oleoductos chinos en Asia central aunadas al declive de la fatalmente endeudada economía americana ponen como fecha límite el año 2030 para el final de la hegemonía mundial de Estados Unidos y el retorno del mundo multipolar. Sin embargo podemos ver muestras de que el reacomodo de fuerzas está ya se está llevando a cabo. Las alianzas de Estados Unidos se debilitan tanto con la OTAN en el extremo occidental como con los países de Asia sudoriental, que ya comienzan a ver a China como la gran potencia regional y se sienten envalentonados para darle la espalda a los americanos, como lo está haciendo Filipinas. Por el otro lado la retórica rusa se vuelve cada vez más bélica pues sabe que el poderío de los norteamericanos ya no es lo que era. El neozar Putin dio a conocer a principios de este mes las nuevas armas de ejército ruso , que superan el sistema de defensa antimisiles americano y, con la animación de un misil supersónico atacando Florida, donde se encuentra la propiedad preferida del Presidente Trump, el Mar a Lago, pidió enérgicamente que occidente escuche sus demandas.

El periodista ganador del Pulitzer, Chris Hedges, comentaba el año pasado el reporte emitido en junio por el Departamento de defensa Americano titulado "Evaluación de riesgos en un mundo post-Primacía," en el que detalla los problemas que van a tener que enfrentar en el futuro multipolar. El analista geopolítico mexicano Alfredo Jalife habla del surgimiento de un mundo tripolar donde Rusia, China y Estados Unidos se van a distribuir el dominio por esferas de influencia. Lo peligroso es que frente a este declive de occidente y el ascenso de oriente en ambos lados siempre va a haber quienes llamen por el conflicto armado. De hecho muchos analistas americanos piensan que ese quizás sea el último recurso que le quede a Estados Unidos para evitar que se le esfume por completo su dominio mundial. Dicen por ahí al dicho que la mejor defensa es una buena ofensiva y vaya, si tienen el armamento más grande del mundo sería iluso pensar que no estén considerando seriamente darle uso.

Como mexicanos tenemos que reconsiderar la estrategia geopolítica que venimos arrastrando desde los noventas, la cual fueron diseñada frente a un mundo unipolar, y que es ya inútil, por no decir ridícula, en el mundo multipolar. En especial viendo como están escalando las tensiones entre las grandes potencias. Quizá sería buena idea sacar las manos de en medio.

Más aún, estamos obligados a repensar nuestra relación con nuestro vecino del norte que ha olvidado que somos un país soberano, y, debido al servilismo de Peña y Videgaray, nos ve y nos trata ahora como su perro faldero. Junto con la invitación del candidato Trump a visitar Palacio Nacional, lo que le dio el primer atisbo de legitimidad a su campaña presidencial, otro de los mayores bloopers en política exterior de esta lamentable administración fue meternos en los Cascos Azules de las Naciones Unidas, lo que también nos colocó inmediatamente entre los países en la mira del estado islámico. A la gente parece olvidársele pero los terroristas de Al Quaeda, el E.I. y sus aliados piensan que están en guerra con nosotros a partir de esta decisión del Ilustre Peña Nieto. Qué ganamos los mexicanos con esto sigue siendo una incógnita, pero a Peña Nieto le espera su departamento en Miami para cuando salga del poder.

Frente al declive del mundo unipolar quizá sería provechoso para México recuperar su dignidad y prestigio internacional, construyendo una nueva estrategia geopolítica que remplace la atroz táctica de servidumbre Peñanietista, regresando al principio de no intervención que había distinguido siempre nuestra política exterior, retirando lo antes posible a los elementos mexicanos de los Casco Azules. Pero esta administración no parece estar dispuesta a detenerse hasta haber hecho de México otro protectorado americano, sigue pujando por aumentar su presencia en las fuerzas de "Paz" de la ONU y el mes pasado triplico el número de elementos mexicanos presentes en ellas.




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Luis Rodrigo Farias

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