LO DE HOY

Dedo flamígero

Dedo flamígero

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En esa perspectiva la mezquindad como estilo de gobierno de la presidenta con A tendrá sus asegunes:

Desde la llegada de AMLO y su movimiento de la 4t, en el 2018 a Palacio Nacional, el vocablo que los identifica desde entonces es el de Mezquindad, como estilo de gobierno.

La presidenta con A lo ha hecho suyo, de manera implícita, en su narrativa de las mañaneras y en sus políticas de gobierno.

Por más verborrea y maquillaje a sus actos, los hechos consumados denuncian su mezquindad.

Ejemplo de ello es el municipio de Teuchitlán, Jalisco, donde se regodeó sin mediar en ella ningún rasgo de humanismo, su único interés ante los hechos exhibidos por las madres buscadoras de desaparecidos de ser un lugar de exterminio, ante la evidencia, su discurso oficial se centró, en engañar con la verdad a los colectivos y a la opinión pública nacional e internacional.

Para darle sustento a su mezquindad utilizó al titular de la Fiscalía General de la República, en el tenor de que su propósito era esclarecer los sucesos denunciados por los colectivos.

La convocatoria del Fiscal a visitar el rancho tuvo esa finalidad mostrar una "nueva" escenografía del lugar para provocar una percepción distinta a los dichos de las madres buscadoras.

Y ese mismo día la presidenta con A, utilizando el foro de la mañanera del pueblo, se adelantó a los sucesos, al decir: “los asistentes -léase medios y colectivos- tendrán su propia visión y sus propias conclusiones sobre la realidad que priva en el rancho”.

En otras palabras, la estrategia de propaganda instrumentada por el gobierno, tenía como mira darle un sello de mezquindad al lugar para negar una realidad, en perjuicio de los colectivos.

Con el propósito de desacreditar los dichos y las imágenes presentadas por los colectivos previamente a los medios convencionales y digitales.

Ese juego de mezquindad utilizado por el gobierno de la presidenta con A tuvo sus dividendos.

Para los colectivos: frustración, indignación y rabia, ante la simulación.

Para la señora con A una victoria "pírrica", al mantener una imagen en los suyos: que su gobierno atiende las causas de las madres buscadoras.

Pero, la presidenta con A, en su lógica de mezquindad, apuesta por el cinismo, la inercia y por descargar toda la culpabilidad de los hechos al gobierno de Jalisco, en tiempos de observancia y de censura por parte de los vecinos del norte, es tapar el sol con un dedo.

Se le olvida a la huésped de Palacio y a sus propagandistas, que lo sucedido en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, tendrá vigencia en otros espacios públicos por la imagen de los zapatos que cimbró no solamente a los gringos, sino a la comunidad internacional.

Pero, además de trastocar sus sentimientos, por las evidencias, dio lugar a que México se le considere un narco-Estado por su coalición con el crimen organizado.

En esa perspectiva la mezquindad como estilo de gobierno de la presidenta con A tendrá sus asegunes:

Desde que el dedo flamígero es utilizado para señalar a los grupos civiles que pongan en duda los parabienes del bienestar, y

con el tiempo, ese mismo dedo flamígero, gire ciento ochenta grados y señale a la presidenta con A, no sólo por el caso de los desaparecidos, sino, ante los sucesos de Teuchitlán, el presidente Donald Trump y su gobierno, mantenga su postura de la permisividad con los grupos delincuenciales, que prevalece en el gobierno mexicano.

Circunstancia que la pondría en una situación incómoda:

Mantener la mezquindad como estilo de gobierno, o

deshacerse de ella, aunque sus correligionarios lo desaprueben.

Escenario que la sigue poniendo en una encrucijada, por moverse en las aguas de la mezquindad.

Los próximos días México observará, si Teuchitlán, será el "talón de Aquiles", de la presidenta con A.

Ya se verá


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Gerardo Conde

Gerardo Conde

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