EL IFE A LA DISTANCIA

Woldenberg rescata lo escrito por Luis Farías para reconocer la labor de Rubén Lara León

Woldenberg rescata lo escrito por Luis Farías para reconocer la labor de Rubén Lara León

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Nobleza obliga

Carta de José Woldenberg a La Crónica de Hoy



Señor director:

La observación hecha el día de ayer por Luis Farías Mackey constituye una oportunidad para reiterar públicamente lo que en diferentes momentos he sostenido:

Como presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral reconozco ampliamente el trabajo realizado por el licenciado Rubén Lara León al frente de la Dirección Ejecutiva del Servicio Profesional Electoral.

Su contribución al IFE fue relevante y crucial: acaso sea el constructor más destacado de la estructura profesional, de su normatividad y de su aplicación; participó en su diseño desde los cimientos y fue el encargado de poner en marcha su operación.

Como nadie, conoció a detalle el desempeño y las características de los trabajadores del
IFE en las 32 entidades federativas y en los 300 distritos; si algo distinguió al trabajo del licenciado Lara fue su respeto a la ley y los derechos laborales.

Es un principio irrenunciable reconocer, pero más aún defender el trabajo de quienes, desde hace muchos años, han construido esta institución. Los que hoy tenemos responsabilidad en ella somos sus beneficiarios.

Sirvan estas notas como acuse de recibo al comentario de Luis Farías Mackey.

Atentamente,
José Woldenberg

#LFMOpinion
#IFE
#Woldenberg
#RubenLara
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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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