LO DE HOY

Todo ha cambiado

Todo ha cambiado

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El mundo se hizo mundos y la sociedad disociaciones y también cambiaron las dos o tres ideas sobre las que han girado las cabezas de los que en el mundo han sido, la de Mundo, Verdad y Deber.

Comparto con Ustedes los comentarios del Dr. Newman a mi texto Popularidad y política.

José Newman
Invitado



Como bien dices mi querido Luis, El mundo, la sociedad cambiaron y hoy no es más ni UN mundo ni UNA sociedad sino una Nube de millones de entes encimados y paramovidos, pero singulares, solos y ensimismados, enruidados donde andan andamos comunicados, no ya por vecindad, sangre o afinidades sino por hilos invisibles controlados por algoritmos que deciden contenidos, destinatarios, perfiles y colectivos. Vamos estando todos manejados por plataformas, dispositivos, códigos diseñados por contados para diseñar y controlar a los incontables.

El Mundo ya no es, ahora es la Nube y una vez inscrito Ahí, es decir Aquíallá, estamos ya dentro de Reinoaventura el Gran Parque de Diversiones y todo es subir a un juego tras otro en donde el juego no consiste en jugar, porque en rigor nadie juega, ni tira, ni mueve nada sino que es movido por los aparatos alineados donde cada uno va trepando para morirse de risa o de miedo a bordo de montañas que no son montañas, inmensas ruedas sin fortuna, ratones locos que no son mascotas sino aceleradores y carruseles, que mientras rondan sin avanzar, nos suben y bajan a cada uno en caballos individuales que tampoco son caballos sino realidades Ene D o G.

El mundo se hizo mundos y la sociedad disociaciones y también cambiaron las dos o tres ideas sobre las que han girado las cabezas de los que en el mundo han sido, la de Mundo, Verdad y Deber.

El Mundo ya no es ni la creación de los dioses, uno, trino o colección; tampoco es ya la caverna tenebrosa, ni un conjunto de epiciclos, ni el ombligo solar ni la galaxia ni un torrente de objetEs y fenómenEs a partir del Gran Quarq, ni tampoco la marea cósmica que mana de uno o varios hoyos negros, sino Sabrá Dios Qué, ni Dios lo sabe ¿Dios?

La Verdad no es ya Lo que Sólo Dios Sabía y si acaso dispensara a sus elegidos, tampoco es el Oráculo, ni lo que la Sola Luz de la Razón consigue, ni aquello que los Sofistas cobran por enseñar, ni los misterios de la fe, ni la palabra de Pantocrator ni lo que Rex Dixit. La Verdad no es lo que Demócrito quiso buscar, ni las morales sentencias de Sócrates el mártir envenenado, ni lo que Galileo averiguó a base de asomarse a ver, ni las naturales leyes que aventuró Copérnico y Newton finalmente halló en las manzanas que caen y los cuerpos que se atraen y se rechazan. La Verdad no está al final del camino de la duda como Descartes acabó creyendo, luego de descubrir que de Dios no se duda y morir de pulmonía por culpa de los horarios de sus clases. Tampoco es lo que encierran las lecciones de Tomas ni de Agustín ni las Sumas de los Santos Padres. No es tampoco lo que la ciencia aventura salvo contraejemplos, ni las resoluciones del Partido ni las iluminaciones del líder carismático y ni siquiera una propiedad de las proposiciones como aventuró Tarski. Nada de eso, la verdad es sencillamente lo que a cada uno se le da la ¡gana!

Por su parte, el Deber no es ya ni aquello a lo que los temperamentales dioses nos someten, ni lo que al misericordioso Dios debemos a cambio de la vida y del mundo que nos dio, ni lo que el César dicta, tampoco las tablas de la ley, ni las enseñanzas de Jesús, de Buda, de Mahoma ni de Krishna, ni la contemplación, ni la vida buena, ni el Imperativo Categórico, ni la vida auténtica, ni el deber histórico, ni la causa revolucionaria, ni lo que la responsabilidad obliga, ni la mejor tasa de retorno, ni siquiera estar al día. ¡Nada de eso! Hoy día el Deber es Lo Que a mi me deben porque, si Todos tenemos el derecho de tener todo, todo el tiempo, pues a todos alguien algo si no es que muchas cosas nos quitaron, así que el Deber no es mío, ni yo soy el obligado, sino que ¡hoy hoy hoy! soy el cobrador de lo que a mi me ¡deben!

Ora dime, mi querido Luis, en esa Nube, DisociadEs, dónde si acaso sólo dios sabía, la verdad es lo que sea y el deber es lo que todos andamos cobrando a quien se deje, qué es eso de Consenso, Consenso ¡Jóvenes!, que no sea un lema publicitario para ver quien compra siempre que consiga quien le ¡preste!

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Redacción LFM Opinión

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