Detonante...

A diferencia del Primer Ministro de Canadá que hace política ante Donald Trump ante sus "amenazas arancelarias"; la presidenta con A realiza trabajo policíaco doméstico, en respuesta a Trump.

En otras palabras, la señora con A le pone atención a temas locales que forman parte de la vida comercial de la Ciudad de México, la venta ilegal de mercancía china, bajo el epitafio de su secretario de Economía: "se acabó la fiesta".

Pero, la risa de la presidenta con A cambió en el momento del estallido del "coche bomba" en Culiacán, Sinaloa, por las versiones encontradas por las autoridades federales y locales sobre el caso.

Ante los sucesos extraordinarios que vive Sinaloa, la presidenta con A reacciona y toma medidas singulares, contrarias a su jefe en materia de seguridad pública.

En principio reconocer una realidad que su jefe Andrés Manuel López Obrador, negó ante el gobierno norteamericano: la existencia de laboratorios de fentanilo en Sinaloa como parte de la economía de los grupos delincuenciales.

Y tiene que ir más allá de escudarse en las estrofas del himno nacional.

Aunque se enoje su jefe, tiene que dar un giro a su postura patriotera.

Y ponerse las pilas para allanar un mejor camino en las relaciones diplomáticas con el vecino del norte, no hacerlo la pondrá en un callejón sin salida.

Por eso no es casual, hoy el trato que le da a la crisis de seguridad de Sinaloa.

En esa perspectiva:

Se decomisa más de una tonelada de fentanilo, al crimen organizado.

Se destruyen laboratorios que producen fentanilo. Y,

Lo insólito, instruye a su Secretario de Seguridad Ciudadana, que se traslade y resida en Sinaloa por tiempo indefinido.

Sin embargo, está acción policiaca, no le será suficiente para negociar con Trump, al no tener el impacto político que le garantice un cambio radical de México sobre sus temas de interés.

Los resultados que se tengan en lo inmediato en Sinaloa serán para la presidenta con A, su salvoconducto para sentarse con Trump en condiciones favorables para negociar el presente de México.

Sin credenciales bajo el brazo y manteniendo una actitud arrogante no abonará a México a que Trump , en su calidad de presidente constitucional, sea artifice no solamente de agresiones y de insultos, sino de acciones encubiertas de intervención en territorio mexicano en aras de proteger su seguridad nacional.

La detención del Mayo Zambada es un botón de muestra que los gringos no juegan y menos Trump.

Al tiempo.



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