LO DE HOY
Regalo guinda
Adán Augusto también lleva un plus, se convierte en una moneda de cambio para la presidenta con A.
A la presidenta con A se le acaba el discurso y el tiempo ante la postura de Donald Trump respecto al combate "real" del narco-gobierno que vive México y que afecta la seguridad nacional de los Estados Unidos.
Ante esta disyuntiva, la huésped de Palacio aún sigue deshojando la margarita, qué hacer.
Sostener su política de combatir el crimen organizado, pero sin detener a peces gordos para calmar la gula de Trump, por sus gestos, no le ha satisfecho ese platillo.
Esta circunstancia obliga a la presidenta con A a tomar medidas que le den oxígeno político frente a Trump, sin agraviar la autoridad de su jefe.
En otras palabras, ella actuará siempre y cuando la situación sea inevitable por su obviedad pública.
En esa perspectiva, Sinaloa y Tamaulipas requieren de la cereza del pastel para ser motivo de una actuación legal.
A diferencia de Tabasco, donde un tercero -léase los militares- son los que denuncian la situación de criminalidad que vive la entidad a través del grupo delictivo denominado "la barredora", comandada por el secretario de seguridad pública, durante la gestión de Adán Augusto López.
Y ante este regalo la presidenta con A deja correr el tema con un doble discurso; primero, defendiéndolo y luego lo suelta, para que las redes sociales lo exhiban y lo ridiculicen.
Situación que obliga al Senador a dar señales de vida, a través de un mensaje en X y la publicación de su supuesta renuncia al cargo de Coordinador de los morenos en el Senado.
Pero, esta reacción de Adán Augusto también lleva un plus.
Que se convierte en una moneda de cambio para la presidenta con A.
Por un lado, a pesar de que Morena es una cofradía dónde todos se cuidan, en esta ocasión la realidad los rebasa, por el personaje de que se trata, y estarán obligados a dejarlo sólo por el bien de su "unidad".
En segundo lugar, para la presidenta con A le representa una rentabilidad política para fortalecer su menguada Imagen.
La de deshacerse de un personaje incómodo para su figura y su gobierno. Y,
La oportunidad de ir estableciendo una sana distancia con su jefe, no por ella, sino por la circunstancia que significa su paisano Adán Augusto López.
Las señales que ha mostrado la presidenta con A indican que ese es el camino para poder dialogar y negociar con Donald Trump, antes de que concluya el plazo que le fijó para evitar nuevos aranceles.
Ya se verá
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