México hace...

Desde la llegada de Donald Trump a la oficina Oval ha tenido como mira asediar a México con la finalidad de responder a los intereses de los estadounidenses en materia de Seguridad y Migración.

Temas que ha puesto en la agenda de la presidenta con A, desde el mes de febrero a la fecha.

Rubros que no han sido ni discutidos, ni negociados, simplemente se han acatado por la presidenta con A.

Mostrando más docilidad que firmeza, dada su situación vulnerable por solapar un narco-gobierno.

El empeñarse la presidenta con A en defender lo indefendible y en envolverse en frases comunes: "en México, el pueblo manda", le ha restado seriedad ante Donald Trump.

Situación que ha aprovechado el vecino del norte para condicionar e insultar a México.

Pero, además, marca el ritmo de sus intereses y, por tanto, juega con la presidenta con A para que su discurso sea insulso ante las presiones constantes de Estados Unidos.

Circunstancia que la hace frágil para negociar los intereses de México.

El cohabitar con esa presión la hace obsequiosa a la voluntad de Trump.

Aunque la presidenta con A niegue o minimice lo obvio: en palabras de Donald Trump: "México, hace lo que les decimos", al pie de la letra, los hechos hablan.

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