Sin comentarios...

La nominación de María Corina Machado,al premio Nobel de la Paz le cayó como un balde de agua fría a la presidenta con A.

Porque un galardón de esa naturaleza a una mujer: "Corina Machado, qué mantiene viva la llama de la democracia", pone a la presidenta con A mal parada en el ámbito internacional a pesar de sus reformas constitucionales que presume y, por tanto, hacen que México se distinga, según ella, por ser la mejor "democracia del mundo".

Narrativa que muestra su real tamaño: ser un instrumento de propaganda para la legitimidad de su gobierno y para que los morenistas y sus seguidores la secunden.

Pero, además, el enojo de la señora con A tiene motivos personales y de corte político.

El discurso de la doctora con A de que es tiempo de mujeres y, por tanto, su "triunfo electoral" es que llegamos todas, se quedó en una narrativa vacía ante la personalidad de la señora Corina Machado.

A pesar de que la presidenta con A presume su popularidad, el espejo de su recámara de Palacio Nacional le dice que la mujer más popular y querida más allá de las fronteras del país es Corina Machado, por ser una mujer que en su rostro muestra al mundo libertad, circunstancia que desdibuja su imagen de sentirse la última Coca-Cola en el desierto. Y,

La cereza del pastel es que la presidenta con A requiere del "acarreo" para llenar la plancha del Zócalo y mostrar músculo y adhesión del pueblo sabio a su figura.

En contraste, en Corina Machado su voz y su historia personal son suficientes para convocar a la disidencia venezolana, para llenar la plaza pública en contra del régimen de Nicolás Maduro.

En el aspecto político, la presidenta con A no concilia el sueño desde la nominación de Corina Machado al Nobel de la Paz, ya que el reconocimiento le servirá a ella y al pueblo venezolano como escudo para seguir en su lucha por derribar al régimen de Maduro, a sabiendas de que Venezuela y México son un espejo en su modelo de gobierno, ya que los dos países presentan el mismo cáncer:

Centralismo del Poder.
La corrupción como estilo de gobierno.
Alianza con las fuerzas armadas.
Contubernio con el crimen organizado.
Un ejército civil -léase servidores de la nación- comisario del pueblo.
Gobierno que elimina instituciones.
Donde la ley es cuento de hadas.
Gobiernosque tiene como mira crear la industria de los pobres, no generar riqueza. Y,
Un órgano electoral colonizado.
Hacen de Venezuela y de México un mismo rostro:
Un régimen autoritario.

Similitudes que ponen en la mesa política un riesgo común:

Si cae Nicolás Maduro, como resultado del tsunami internacional en favor de Corina Machado, el proyecto del primer y segundo piso de la cuarta transformación que abandera la presidenta con A, también puede caer en su propio "socavón" por su soberbia, su desfachatez, falsedad, corrupción y colusión con el crimen organizado.

Al final de este episodio insólito, la presidenta con A dirá: “sin comentarios”.

Al tiempo


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