Marrullería sísmica con los plurinominales
Y otra vez el San Benito de suprimir plurinominales por parte del PRI.
Han de creer que somos desmemoriados.
Fue compromiso de campaña de Peña y ya siendo Presidente instruyó a Cesar Camacho que organizará una consulta pública de millonario costo para preguntar a la gente que opinaba, sabedor de que tal y como está el procedimiento de consulta la Corte no lo iba a dejar pasar.
Todo ello en medio del Pacto por México donde los acuerdos de la partidocracia hicieron del derecho electoral un rehilete y bomba de tiempo. Pero de los plurinominales nada.
Hoy, en la feria de medros ante el desastre sísmico, La Nada (EOR) propone la supresión total de plurinominales en ambas Cámaras.
No sólo aprovecha el enfado ciudadano contra las instituciones políticas y, en especial contra este tipo de especímenes impresentables (los plurinominales), pero no deja por ello de ser una manzana envenenada.
Suprimir los plurinominales sería un retroceso democrático casi sísmico.
El tema, y los sabe La Nada y los senadores titiriteros que lo pilotean, es un tema de densidad difícil para procesar y, por ende, fácil de vender mediaticamente sin riesgo de que las implicaciones del caso importen al gran público.
Baste señalar que sin los plurinominales el PRI podría recuperar sin despeinarse el control del Congreso.
Que sin importar a fin de cuentas quien obtenga la mayoría en el Congreso, regresaremos a un sistema con sobre y subrepresentaciones significativas y antidemocráticas.
Finalmente, la propuesta sin duda será aplaudida por una inmensa mayoría de ciudadanos que desconocen lo que está en juego y que lo que le venden es su propia bilis, no es en beneficio de la democracia ni de la ciudadanía, sino de la partidocracia y, en especial, del priismo agonizante.
Esta oferta envenenada es quizás el peor momento de La Nada al frente del desastrado partido. Pinta su oportunismo y marrullería. No es propuesta de estadista, es oportunismo, medro, oprobio y desvergüenza.
La historia lo juzgará.
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